Como consulta con especialista en cardiología en Oviedo, queremos aprovechar este post para explicarte cómo se hace una ergometría (prueba de esfuerzo) y para qué se usa.
Antes de comenzar la prueba, los médicos analizan la presión arterial y el pulso. Ponen unos electrodos para poder grabar la actividad eléctrica del corazón antes de que la persona empiece a hacer ejercicio, mientras esté haciéndolo y después de haber acabado.
El ejercicio comienza con un ritmo suave. Normalmente, cada tres minutos el nivel de esfuerzo aumenta de manera automática para que el corazón vaya acelerándose hasta alcanzar la frecuencia cardiaca deseada.
Como clínica especialista en cardiología en Oviedo, queremos que sepas que cuando el paciente no puede continuar con el esfuerzo, ha de decírselo al médico. En ese momento, la prueba se detiene de manera inmediata y se pasa a la fase de recuperación, en la cual la persona puede sentarse, recostarse, acostarse…
Es importante intentar hacer el máximo esfuerzo posible para que los resultados de la prueba sean fiables. En caso de detectarse alguna arritmia grave, alteraciones en la presión arterial o algo más severo, también se detendrá la prueba.
Desde la consulta de la Dra. Rosario Cortina – Cardiología, queremos decirte que la ergometría permite descubrir si el dolor torácico del paciente es debido o no a un estrechamiento o una obstrucción de las arterias coronarias. Pero no solo ayuda al diagnóstico correcto, sino que también sirve para valorar el pronóstico en aquellas personas con enfermedades coronarias ya conocidas, así como el efecto del tratamiento.