El infarto de miocardio silencioso es una condición en la que se produce un daño al músculo cardíaco debido a la falta de oxígeno, sin que el paciente experimente los síntomas típicos de un infarto, como dolor intenso en el pecho. A pesar de su nombre, no es menos grave que un infarto con síntomas evidentes, ya que puede causar un daño significativo al corazón y aumentar el riesgo de complicaciones futuras, como insuficiencia cardíaca o arritmias. Como médico cardiólogo en Gijón, te hablamos de ello.
El infarto de miocardio silencioso es provocado, en la mayoría de los casos, por la obstrucción de una arteria coronaria debido a la acumulación de placas de colesterol, lo que limita el flujo sanguíneo al corazón. Esta obstrucción se denomina aterosclerosis. Otros factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir un infarto de miocardio silencioso son la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, y antecedentes familiares de enfermedades cardíacas. Las personas que presentan varios de estos factores de riesgo son más propensas a experimentar un infarto silencioso.
Detectar un infarto de miocardio puede ser complicado debido a la ausencia de síntomas evidentes. Algunas personas pueden notar signos vagos o leves, como fatiga inusual, sensación de falta de aire, malestar en la mandíbula o el cuello, o síntomas digestivos, como indigestión. Sin embargo, estos indicios son fáciles de pasar por alto o atribuir a otras causas.
La detección del infarto de miocardio silencioso La puede realizar un médico cardiólogo en Gijón mediante un electrocardiograma (ECG), que puede mostrar alteraciones en la actividad eléctrica del corazón que indican daño previo. En algunos casos, los médicos también pueden recomendar una ecocardiografía o una prueba de esfuerzo para evaluar la función cardíaca. Además, análisis de sangre pueden revelar la presencia de ciertas enzimas que indican daño al corazón. Si quieres hacerte estas pruebas para comprobar si puedes sufrirlo,, no lo dudes y acude a la clínica de la Dra. Rosario Cortina - Cardiología.